La complicación más frecuente en la gestación es el aborto espontáneo durante el primer trimestre de embarazo, que afecta alrededor del 15 % de los embarazos. La mayoría de las mujeres después de un aborto espontáneo tienen un embarazo normal, sin embargo, en algunas ocasiones la pérdida de gestación se repite, lo que ocasiona ansiedad y frustración para la pareja.
En este artículo exploramos qué son los abortos de repetición , cuáles son sus causas y qué opciones de tratamiento existen.
Comprendiendo los abortos de repetición
La Organización Mundial de la Salud define el aborto de repetición como la pérdida repetida de tres o más gestaciones antes de las 20 semanas. Es un problema de infertilidad que afecta cerca del 1 % de las parejas que intentan concebir y tiene un fuerte impacto emocional.
Existen múltiples causas que pueden llevar a un aborto espontáneo y, en ocasiones, puede haber varios factores de riesgo en la misma pareja. Entre las posibles causas destacan las alteraciones genéticas como las cromosomopatías, factores anatómicos como las anomalías uterinas, la insuficiencia cervical o los miomas uterinos, factores endocrinos como los defectos luteínicos, la diabetes o las alteraciones de la tiroides, las infecciones de orina o vaginales o las trombofilias como el síndrome antifosfolípido. Cabe destacar que en muchas ocasiones se desconoce la causa del aborto.
Descripción de las pruebas que pueden ayudar a identificar la causa de los abortos de repetición
Cuando una pareja tiene abortos de repetición es recomendable buscar si existe una causa subyacente. Para ello se debe elaborar la historia clínica detallada, con los antecedentes familiares y personales de ambos miembros de la pareja, así como los antecedentes obstétricos y ginecológicos, y realizar un examen físico y una exploración ginecológica completos.
Además, se pueden realizar otras pruebas diagnósticas:
Ecografía transvaginal: permite determinar si hay anomalías en la morfología uterina o la cavidad endometrial. Este estudio se puede completar con otras pruebas de imagen como la histeroscopia o la resonancia magnética nuclear pélvica.
Análisis genéticos: determinar el cariotipo de ambos miembros de la pareja puede ayudar a detectar anomalías cromosómicas.
Analítica de sangre: debe incluir hemograma, evaluación de la función renal y hepática, y pruebas endocrinas con la evaluación de las concentraciones de progesterona, tirotropina y prolactina.
Serología: permite detectar posibles infecciones.
Estudios de coagulación especial: la determinación de anticuerpos antifosfolípido, anticuerpos anticardiolipina y anticoagulante lúpico permiten detectar trombofilias.
Opciones de tratamiento
Una vez identificada la causa subyacente de los abortos de repetición existen algunas opciones de tratamiento.
Cuando existen alteraciones genéticas, una opción es optar por la fecundación in vitro (FIV) con Diagnóstico Genético Preimplantacional (DGP). Esto permite seleccionar los embriones sin anomalías cromosómicas aumentando las probabilidades de éxito. En el caso de no conseguir embriones sanos después del DGP se puede recurrir a la donación de gametos o de embriones.
La administración de anticoagulantes como la heparina y el ácido acetilsalicílico es el tratamiento utilizado en los casos de trombofilias. Estos fármacos a dosis bajas se han asociado con una reducción de las pérdidas gestacionales y altas tasas de niños sanos. Sin embargo, estos tratamientos pueden aumentan el riesgo de complicaciones durante el tercer trimestre así que es necesario aumentar la vigilancia durante el embarazo.
En el caso de existir anomalías morfológicas, existen procedimientos quirúrgicos que permiten corregirlas para mejorar las posibilidades de embarazo, mientras que el tratamiento para aquellas mujeres con trastornos endocrinos puede consistir en fármacos que regulan las concentraciones de hormonas. Finalmente, cuando la causa de los abortos es una infección del tracto reproductivo es necesario tratarla para eliminarla antes de intentar un nuevo embarazo.
Los abortos de repetición son un problema de infertilidad complejo y frustrante que requiere un estudio integral y personalizado. Ante este problema es de gran importancia que las parejas busquen apoyo y consejo especializado. En Barcelona IVF ofrecemos una evaluación detallada y personalizada para buscar el tratamiento más adecuado.