El flujo vaginal es esencial para el buen funcionamiento del aparato reproductor femenino, ya que lubrica, limpia y mantiene la microbiota. Su aspecto cambia a lo largo del ciclo menstrual, y, en la mayoría de los casos, estas variaciones son completamente normales. Sin embargo, la presencia de flujo marrón, siempre genera inquietud. La realidad es que este fenómeno puede tener múltiples explicaciones, desde las más simples y fisiológicas hasta otras que requieren valoración médica.
¿Qué es el flujo marrón y por qué ocurre?
El “flujo marrón” se produce, en la mayoría de los casos, cuando las secreciones vaginales se mezclan con sangre vieja. Con el paso del tiempo, la hemoglobina de se oxida y el color de la sangre se oscurezca hasta alcanzar un tono marronáceo.
Esto ocurre sobre todo cuando el sangrado es muy escaso o lento, ya que la sangre tarda más en salir al exterior y se oxida antes de ser expulsada.
¿Cuáles son las causas del flujo marrón?
El flujo marrón puede aparecer por diversas razones, desde procesos fisiológicos hasta alteraciones que requieren de un seguimiento médico. Entre las causas más comunes se encuentran:
- Inicio y final de la regla: en estos momentos la sangre fluye más lentamente y se oxida antes de salir.
- Ovulación: algunas mujeres presentan un ligero sangrado que puede tener este aspecto.
- Anticonceptivos hormonales: especialmente durante los primeros meses de uso.
- Exploraciones ginecológicos o relaciones sexuales: pequeñas lesiones en el cuello del útero pueden causar un sangrado leve.
- Alteraciones ginecológicas: los pólipos, los miomas o algunas infecciones vaginales pueden acompañarse de secreciones marrones.
Flujo marrón y regla
La menstruación es el momento más habitual en el que aparece este tipo de flujo. Puede aparecer antes, durante y después de la regla, y en la mayoría de los casos responde a procesos fisiológicos:
- Antes de la menstruación: un flujo marrón uno o dos días antes de la menstruación, suele ser un aviso de que el endometrio está empezando a desprenderse.
- Durante la menstruación: es frecuente días de sangrado más ligero.
- Después de la menstruación: en ocasiones, el útero expulsa pequeños restos de sangre retenida en los días posteriores, que aparecen en forma de flujo marrón oscuro.
Si este flujo se mantiene más allá de dos o tres días después de la menstruación, especialmente si se acompaña de molestias, conviene consultar con el especialista.
Flujo marrón y embarazo
Cualquier modificación del flujo durante el embarazo suele general preocupación, sobre todo si implica la presencia de sangre. Aun así, el flujo marrón no siempre es un motivo de alarma.
En las primeras semanas de embarazo, puede aparecer un flujo marrón derivado del sangrado de implantación, es decir, cuando el embrión se adhiere al endometrio. También es frecuente que el cuello del útero, más sensible por el aumento del riego sanguíneo, sangre ligeramente tras una exploración o una relación sexual, generando un manchado marrón.
En la mayoría de los casos hablamos de algo benigno y pasajero, pero si el flujo se acompaña de dolor abdominal intenso, sangrado abundante o malestar general, es importante consultar. Estos síntomas pueden ser la primera señal de complicaciones como un aborto espontáneo o un embarazo ectópico.
Más adelante, en el segundo o tercer trimestre, el flujo marrón puede estar relacionado con la expulsión del tapón mucoso, un aviso de que el parto se acerca. No obstante, en algunos casos puede indicar problemas con la placenta, lo que requiere una valoración médica urgente.
¿Qué hacer si aparece flujo marrón?
En la mayoría de los casos, se trata de un fenómeno normal del ciclo o del embarazo. Aun así, es recomendable observarlo y registrar el momento en qué aparece, su duración y síntomas asociados (dolor, mal olor, fiebre).
Estos datos son muy útiles para el especialista a la hora de identificar la causa y determinar si se necesita algún tipo de intervención.
Dra. Cristina Guix
Ginecóloga experta en fertilidad en Barcelona IVF