El papel del endometrio es muy importante para conseguir el embarazo, ya que es la capa uterina en la que el embrión implanta. Para que esto suceda, su grosor debe ser aproximadamente de 6 a 10 mm y tener un aspecto trilaminar. Pero ¿cómo se alcanza un endometrio trilaminar? En este post repasamos todos estos conceptos y las técnicas de preparación endometrial en reproducción asistida .
¿Qué es el endometrio y cómo influye en la fertilidad?
El endometrio es una de las tres capas uterinas formada por un tejido viscoso y muy vascularizado que se forma y destruye en cada ciclo menstrual. Su finalidad es fundamental en reproducción asistida ya que es el encargado de implantar el óvulo previamente fecundado dentro del útero.
A lo largo del ciclo menstrual, el endometrio sufre alteraciones tanto morfológicas como funcionales por el efecto que ejercen las hormonas sexuales secretadas por los ovarios: estrógenos y progesterona. Así, durante el ciclo se engrosa para permitir que el embrión implante y de esta forma puede desarrollarse la placenta, el saco gestacional y el cordón umbilical a través del cual el feto quedará conectado a la madre.
Endometrio trilaminar y grosor
Las hormonas sexuales femeninas liberadas por el ovario son las encargadas de favorecer el desarrollo endometrial y de que éste adquiera la apariencia correcta para que el embrión pueda adherirse a la cavidad uterina e iniciar su desarrollo.
Para poder realizar la transferencia de embriones el endometrio debe tener un espesor adecuado. Para que sea receptivo y permita la implantación debe tener un aspecto trilaminar al observarse por ecografía, es decir, con 3 capas diferenciadas. Su grosor óptimo se encuentra a partir de 6 mm aproximadamente. En general, esto se corresponde con los días 19-21 del ciclo menstrual, que es cuando el endometrio está receptivo. Este periodo de tiempo se conoce como ventana de implantación.
Si las condiciones del endometrio no son las adecuadas se encontrarán problemas para conseguir la fecundación. Endometrios menores a 6 mm están asociados con bajas tasa de embarazo a término.
Preparación endometrial en FIV
Sea cual sea el tratamiento de reproducción asistida, es necesario realizar una preparación endometrial para reproducir la situación natural, pero optimizándola al máximo para aumentar las posibilidades de conseguir el embarazo. Para ello, se administra medicación, generalmente progesterona vía vaginal. Mediante control ecográfico se evalúa el grosor y el patrón endometrial para valorar la receptividad del endometrio y concretar el mejor día de la transferencia embrionaria.
La anidación del embrión en el endometrio se produce cuando han pasado unos 6 a 7 días de la fecundación y el embrión se encuentra en estadio de blastocisto. Para que esto ocurra, es necesario que haya una perfecta sincronización entre el embrión y el endometrio, es decir, tiene que haber receptividad endometrial.
Por lo tanto, el grosor y el aspecto del endometrio son factores a tener en cuenta para predecir el éxito de un tratamiento de fertilidad, pero es difícil establecer un punto de corte para saber si se producirá la implantación o no debido a que es un proceso complejo y existen más factores involucrados. Tener un endometrio trilaminar de 8 mm no significa que se sepa con certeza que los embriones implantarán. Por otra parte, puede haber pacientes que con 6 mm puedan conseguir el embarazo. Cada caso debe ser evaluado y tratado de manera personalizada. Por eso, no esperes más y ponte en contacto con nosotros.