Del mismo modo que practicar deporte y cuidar la alimentación influyen de manera positiva en la fertilidad, otros hábitos como el tabaquismo, el consumo de bebidas alcohólicas o el estrés reducen las posibilidades de quedarse embarazada.
Las mujeres fumadoras tienen una menor probabilidad de concebir que las no fumadoras y, además, complica los tratamientos de reproducción asistida afectando al embarazo y a la salud del bebé.
El consumo de tabaco tiene efectos directos sobre el útero, ya que lo hace menos receptivo, por lo que las posibilidades de implantación del embrión disminuyen. También es nocivo para los ovarios, acelera la pérdida de óvulos y perjudica la función reproductiva, pudiendo adelantar entre uno y cuatro años la menopausia.
También aumenta la infertilidad masculina
La nicotina y otros tóxicos presentes en los cigarrillos originan lesiones en el ADN del espermatozoide, afectando a la calidad, cantidad y movilidad del esperma, pudiendo disminuir así la capacidad de fertilizar los óvulos. Además, los problemas de erección y la
esterilidad son, en ocasiones, consecuencia de este mal hábito.
Consecuencias para la salud de tu bebé
Los problemas provocados por el consumo del tabaco no finalizan una vez se logra el embarazo, sino que pueden provocar alteraciones durante el mismo y tener consecuencias en la salud del niño.
En ocasiones afecta a su fertilidad, especialmente si se fuma durante el primer trimestre de gestación. Si es varón, su volumen testicular, concentración y movilidad espermática pueden verse reducidos; y si es mujer, tendrá más posibilidades de desarrollar una menopausia precoz.
¿Qué pasa si dejo de fumar?
Los efectos del tabaquismo en la fertilidad pueden ser reversibles cuando se deja el hábito. En primer lugar, dejar de fumar aumenta los resultados positivos en los tratamientos de reproducción asistida. Además, cuanto más tiempo pasa desde que se deja de fumar más se regenera la capacidad reproductiva de la mujer, y en el hombre crece la concentración de espermatozoides mejorando su movilidad.
Aquellas parejas que buscan formar una familia por métodos tradicionales deberían dejar a un lado el tabaco y llevar, en general, un estilo de vida saludable favoreciendo así su
fertilidad y la buena salud de su bebé.