Cáncer de mama: motivos para la esperanza

06 / 09 / 2024


El cáncer de mama es el tipo de cáncer más común en mujeres. Se estima que una de cada 8 mujeres tiene probabilidad de desarrollarlo y, aunque suele aparecer entre los 35 y los 80 años, la franja de edad de mayor incidencia es entre los 45 y los 65 años. La incidencia del cáncer de mama ha experimentado un crecimiento continuo durante las últimas décadas. Esto es debido a múltiples factores que incluyen las mejoras en la detección temprana y el aumento de la esperanza de vida, pero también el aumento de la obesidad, el consumo de tabaco y alcohol o la contaminación.

A pesar de la mayor incidencia de este tipo de cáncer, la mortalidad ha experimentado un descenso en los últimos años. Esto ha sido posible gracias a las mejoras en el diagnóstico y el tratamiento, que han tenido un impacto positivo en la esperanza de vida y la tasa de supervivencia de las pacientes con cáncer de mama, lo que brinda motivos para la esperanza.

Avances en el diagnóstico y tratamiento

La implementación de tecnología avanzada en las pruebas de detección como la mamografía, la ecografía y la resonancia magnética permiten identificar el cáncer de mama de forma más temprana y precisa mejorando el pronóstico de las pacientes.

Asimismo, las mejoras en las técnicas quirúrgicas, las terapias dirigidas, la inmunoterapia o la hormonoterapia han contribuido a mejorar la supervivencia de las pacientes, reducir los efectos secundarios y retrasar el inicio de la quimioterapia, con la consiguiente mejora de la calidad de vida. Además, el mejor conocimiento de los tres grandes tipos de cáncer de mama, como son el HER2-postivo, el triple negativo y el luminal, ha permitido el desarrollo de biomarcadores y terapias específicas que permiten avanzar hacia una medicina de precisión. 

Importancia de la detección precoz

Aunque ha habido grandes avances en los tratamientos, el pronóstico de la enfermedad depende en gran medida a la extensión de la enfermedad en el momento del diagnóstico. Una detección temprana del cáncer de mama es de gran importancia para aumentar las posibilidades de curación al permitir iniciar el tratamiento en una fase menos avanzada de la enfermedad y optar por opciones terapéuticas menos agresivas.

Gracias a los programas de cribado, cerca del 90 % de los casos de cáncer de mama se detectan en estadios tempranos y potencialmente curables. Las mamografías son la forma habitual de detectar el cáncer de mama. En la población general es recomendable realizar una mamografía cada 2 años entre los 50 y 69 años, pero aquellas mujeres con mayor riesgo debido, por ejemplo, a antecedentes familiares, es recomendable iniciar las pruebas de detección a una edad más temprana.

Preservación de la fertilidad

El diagnóstico de un cáncer, incluido el de mama, en mujeres en edad reproductiva puede plantear preocupaciones adicionales, dado que los tratamientos oncológicos como la quimioterapia pueden afectar la fertilidad. Por este motivo, antes de iniciar los tratamientos para combatir el cáncer puede ser recomendable optar por la preservación de la fertilidad mediante la criopreservación de óvulos o embriones.

Estas técnicas permiten que las pacientes conserven su capacidad reproductiva y puedan ser madres una vez superado el cáncer. En Barcelona IVF estamos comprometidos a proporcionar apoyo y soluciones para que aquellas mujeres que luchan contra el cáncer de mama puedan cumplir su sueño de ser madres en el futuro

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