Hipócrates fue el primero en determinar la duración de la gestación en 280 días, 40 semanas o 10 meses lunares. Posteriormente Carus y después Naegele, en 1978, confirmaron estos datos. Aunque existe una gran variabilidad en cuanto a su duración debido a determinados factores de una mujer a otra, lo más habitual es que el parto se desencadene en cualquier momento desde la semana 38 a la 42. Cuando la concepción ha sido de forma natural las semanas se cuentan en función del primer día del último periodo, pero si quieres saber cómo se calcula la fecha de parto tras una FIV , en este post te lo explicamos.
¿Cómo se hace el cálculo de la fecha del parto tras una FIV?
Muchas mujeres embarazadas a raíz de un tratamiento de fertilidad se preguntan cómo se realizan los cálculos tanto de las semanas de embarazo como la fecha prevista para el parto, ya que es algo diferente a un embarazo natural.
En un embarazo mediante FIV se tiene en cuenta el momento de la implantación, ya que la fecundación se produjo en el laboratorio unas 48 horas antes. Por lo tanto, no sigue el recorrido natural de un óvulo fecundado, que tarda unos 7 días en implantarse en el útero. Lo correcto en los casos es contar desde el día de la implantación y, para calcular la fecha probable de parto, sumar a ese día 270 en vez de los 280 habituales o 38 semanas.
Es importante recordar que la fecha de parto tras una FIV es aproximada. Solamente un porcentaje muy pequeño de mujeres dan a luz el día de parto establecido por el médico.
Trimestres del embarazo
Otro término que escucharás con frecuencia durante el embarazo es trimestre. A continuación, te explicamos cómo saber en qué trimestre estás y todo aquello que debes tener en cuenta en cada etapa.
Primer trimestre
Engloba desde la semana 1 hasta el final de la semana 12. Durante esta etapa te realizarán una exploración para confirmar que estás embarazada y la primera ecografía en la que se comprueba que el feto está dentro del útero y su anatomía es correcta. También comprobarán cuál es tu grupo sanguíneo, si tienes anemia y la inmunidad respecto a ciertas enfermedades infecciosas. Durante estas semanas las náuseas y vómitos son algo habitual.
Segundo trimestre
Engloba desde la semana 13 hasta el final de la semana 26. Durante esta etapa, se realizan pruebas detectar que tu bebé se está desarrollando correctamente. Según la mayoría de las mamás, este segundo trimestre es el mejor del embarazo, las náuseas comienzan a remitir y todavía el feto no es demasiado grande, por lo que el día a día es más llevadero. También conocerás el sexo de tu futuro bebé, y seguro que no puedes resistirte ya a
Tercer trimestre
El tercer trimestre va de la semana 27 hasta el final del embarazo. Durante esas semanas es normal sentirse un poco más cansadas, tener dolor de espalda o hinchazón en los pies. Por eso, es importante descansar y realizar algo de ejercicio leve cada día para controlar el peso, que se dispara en esas últimas semanas. También es aconsejable durante esta etapa realizar algún curso de preparación al parto, muy útil para despejar dudas y reconocer los síntomas del preparto.
Las visitas recomendadas al ginecólogo son cada 4 semanas hasta la semana 36, cada 2 semanas hasta la semana 38 y semanalmente en la recta final para controlar sobre todo el estado de la placenta y la cantidad de líquido amniótico. También se practica un cultivo vaginal, que sirve para detectar posibles infecciones por estreptococos que pasen al bebé en el momento del parto, un último análisis de sangre y control de la tensión arterial. Sobre la semana 40 se empieza con la monitorización fetal para controlar la respuesta cardíaca del bebé a las contracciones intrauterinas.
Sin duda, los 9 meses de embarazo son todo un cúmulo de emociones, sensaciones nuevas, cambios en tu cuerpo y dudas. Por eso, no dudes en preguntar siempre a tu especialista y seguir sus consejos.