Aunque la edad biológica perfecta para ser madre se sitúa antes de los 30 años, cada vez se retrasa más la maternidad. En 2017, el Instituto Nacional de Estadística (INE) situaba en 32,5 años la edad media en que las españolas tienen a su primer hijo. La sociedad ha cambiado y la inserción laboral se produce cada vez más tarde, pero el reloj biológico no perdona.
La etapa de máxima fecundidad femenina finaliza alrededor de los 30 y a partir de ahí la fertilidad va descendiendo. A partir de los 40 años, la probabilidad de lograr un embarazo de forma natural es del 5%, y más del 50% de los óvulos pueden estar alterados cromosómicamente.
¿Por qué desciende la fertilidad?
Las mujeres nacen con un número determinado de óvulos, aproximadamente un millón, que va desgastándose con el paso del tiempo. Con la primera regla y durante la pubertad, esta cantidad se reduce a unos 400.000 óvulos. Después, en cada ciclo menstrual se van gastando unos mil óvulos para ovular solo uno. Pero, a medida que pasan los años, no solo desciende el número de óvulos, también lo hace la calidad de los óvulos. Los primeros folículos que se desarrollan son los que aportan los óvulos de mayor calidad y proporcionan una mayor probabilidad de conseguir una gestación normal. Por esta razón, durante la veintena la reserva ovárica es buena.
A la dificultad de lograr un embarazo de manera natural a partir de los 30, hay que sumar también más posibilidades de partos prematuros, abortos o posibles alteraciones cromosómicas en el feto.
Vitrificación de óvulos, la solución para preservar la fertilidad
Si te gustaría tener hijos, pero aún no estás lista, la vitrificación de óvulos es una buena opción para preservar tu fertilidad. Es una técnica de congelación ultrarrápida que permite conservar el material genético de tus óvulos y su calidad hasta el momento en que te sientas preparada para recurrir a él para ser madre.
En primer lugar, se hace un estudio de la reserva ovárica mediante una analítica y una ecografía para poder optimizar al máximo el tratamiento. Luego, se realiza una estimulación y una punción de los ovarios que tiene una duración media de unos 10-12 días. Lo recomendable es obtener al menos entre 8 a 10 óvulos para conseguir unas tasas de éxito razonables. Posteriormente se sumergen los óvulos en nitrógeno líquido a -196ºC, dónde se conservan durante el periodo de tiempo que sea necesario sin que esto afecte a su calidad.
¿Qué tengo que hacer cuando quiera tener hijos?
Para poder utilizar los óvulos, estos se deben descongelar en el laboratorio para ser fecundados con semen de tu pareja o de donante. Los embriones obtenidos se mantendrán en cultivo para ser transferidos 5 días después. Para realizar la transferencia, es necesario preparar el endometrio con un tratamiento hormonal. Los embriones que no se transfieran serán congelados.
Si tu deseo es ser madre pero aún necesitas tiempo, ponte en contacto con nosotros y detén tu reloj biológico sin preocupaciones.