Es importante analizar la calidad seminal cuando sospechamos de un varón infértil, pero también lo es realizar un estudio del material genético del espermatozoide. ¿Sabes por qué? Te lo explicamos a continuación.
¿Qué es la fragmentación del ADN de los espermatozoides?
El espermatozoide transporta cadenas de material genético masculino desde el cuerpo del hombre hasta el óvulo de la mujer. Las cadenas pueden ser sencillas o dobles y pueden romperse por distintas causas que veremos más adelante. Estas rupturas o lesiones se conocen como fragmentación del ADN espermático y tienen implicaciones en la fertilidad masculina. Hasta el momento, se han relacionado con menor tasa de fertilización, embarazo e implantación, peor calidad embrionaria y mayor tasa de aborto espontáneo.
¿Cuáles son las posibles causas del aumento de roturas en el ADN de los espermatozoides?
Existen distintos factores que pueden provocar el incremento de estas lesiones como, por ejemplo:
- Edad avanzada
- Exposición a contaminantes o a sustancias tóxicas como los pesticidas o el tabaco
- Algunos tratamientos farmacológicos
- Elevada temperatura testicular
¿Cómo se estudia la fragmentación del ADN espermático?
Estas lesiones se han estudiado a través de muchas técnicas: SCSA, TUNEL, CMA, etc. Sin embargo, actualmente la determinación de fragmentación de doble cadena se realiza con la técnica COMET por su alta sensibilidad y especificidad.
¿Cuándo se aconseja realizar el estudio?
Este estudio se suele indicar en casos donde el hombre es mayor de 45 años o tiene infecciones genitourinarias o varicocele. Además, también se recomienda si se sospecha de la exposición a temperaturas elevadas, sustancias tóxicas o fallos repetidos de implantación en técnicas de reproducción asistida .
¿Qué sucede si existen problemas en la fragmentación?
En algunos casos, la causas que provocan la fragmentación del ADN espermático se pueden tratar a través de un cambio en el estilo de vida o el tratamiento con antioxidantes. No obstante, en otras ocasiones no es posible. Sin embargo, en los laboratorios de reproducción asistida podemos usar las técnicas IMSI y Fertile Chip® que nos permiten seleccionar espermatozoides con bajo riesgo de tener un ADN fragmentado. Además, la IMSI tiene la ventaja de que nos posibilita la valoración de la morfología de los espermatozoides en el momento de su selección.