En las últimas décadas, hemos sido testigos de un cambio significativo en los patrones de maternidad. Cada vez más mujeres deciden retrasar la búsqueda del embarazo, ya sea por razones personales, profesionales o sociales. Sin embargo, el llamado "reloj biológico" sigue marcando su propio ritmo, y con el paso del tiempo, la fertilidad disminuye de manera natural. Este fenómeno, junto con el llamado "invierno demográfico", plantea desafíos tanto a nivel individual como social en la búsqueda de la maternidad.
Para comprender mejor cómo la medicina reproductiva puede ayudar a sortear estos desafíos, hablamos con la Dra. Ximena Justo, ginecóloga especialista en fertilidad y reproducción asistida . En esta entrevista, exploraremos las soluciones disponibles para aquellas mujeres que desean postergar la maternidad sin renunciar a su proyecto reproductivo, desde la preservación de óvulos hasta los tratamientos más innovadores para mejorar las probabilidades de embarazo en edades avanzadas.
1. ¿Cómo define el fenómeno del "invierno demográfico" y cómo afecta a la sociedad actual, especialmente en términos de fertilidad?
Podríamos definir el "invierno demográfico" como un término que se utiliza para describir la disminución sostenida de la natalidad en muchos países, la mayoría de ellos, países desarrollados. Este fenómeno implica una disminución progresiva en el número de nacimientos y un envejecimiento poblacional, lo que genera un desequilibrio entre generaciones.
Desde el punto de vista de la fertilidad, esta tendencia responde en gran medida a un retraso en la decisión de tener hijos. Muchas personas priorizan la formación profesional, la estabilidad económica o el desarrollo personal y posponen el buscar un embarazo hasta edades en las que la fertilidad comienza a disminuir de manera natural. A esto se suman otros factores como la inestabilidad laboral, la dificultad a la hora de conciliar trabajo y familia y, en algunos casos, incluso el desconocimiento sobre cómo cambia la fertilidad con el paso de los años.
Como especialista en reproducción asistida, veo en consulta lo que este “invierno demográfico” acarrea: pacientes que desean tener hijos pero que se enfrentan a mayores dificultades por razones biológicas asociadas al paso del tiempo. Es por esto que resulta fundamental promover una mayor educación reproductiva y generar conciencia sobre la importancia de planificar la fertilidad de forma informada.
2. ¿Qué relación existe entre el retraso en la maternidad y el declive natural de la fertilidad asociado al "reloj biológico"? ¿Es posible planificar la maternidad de manera consciente a pesar de estos factores?
Cuando hablamos del “reloj biológico”, hacemos referencia a los cambios naturales que experimenta la fertilidad femenina con el paso del tiempo. A partir de los 35 años, la cantidad y la calidad de los óvulos empiezan a disminuir de manera más pronunciada, lo que puede dificultar la concepción y aumentar el riesgo de complicaciones durante el embarazo.
Este proceso es completamente fisiológico y responde a la biología femenina, independientemente del estado general de salud de la persona. Muchas veces, existe la percepción de que si una mujer se siente bien y lleva una vida saludable, su fertilidad se mantiene estable; sin embargo, lo cierto es que la edad es un factor determinante y que no podemos modificar.
Retrasar la decisión de buscar un embarazo está estrechamente vinculado al concepto de "reloj biológico", haciendo que la búsqueda del mismo resulte mas dificultosa. A pesar de estas limitaciones, es posible planificar la maternidad de manera consciente. La clave está en la información: conocer cómo funciona la fertilidad, qué opciones existen y cuándo consultar. Hoy en día existen técnicas como la vitrificación de óvulos que permite preservar la fertilidad para más adelante y tratamientos de reproducción asistida adaptados a las situaciones y necesidades de cada paciente.
Promover un enfoque proactivo e informado permite a las mujeres tomar decisiones alineadas con sus deseos y su realidad, sin dejar que el tiempo se convierta en un obstáculo silencioso.
3. La preservación de óvulos y los tratamientos de reproducción asistida ofrecen muchas opciones a las personas que desean tener hijos más tarde. ¿Cómo ayudan estos tratamientos a contrarrestar el "invierno demográfico" y las dificultades asociadas al envejecimiento reproductivo?
La medicina reproductiva ha avanzado significativamente en las últimas décadas y hoy contamos con herramientas que permiten acompañar a las personas en sus decisiones reproductivas con mayor libertad y seguridad. Entre ellas, la preservación de la fertilidad mediante la vitrificación de óvulos es fundamental para hacer frente a los desafíos del envejecimiento reproductivo. Esta técnica brinda a las mujeres la posibilidad de preservar su fertilidad cuando aún cuentan con una buena reserva ovárica . Tambien sabemos que a veces la edad ideal para los óvulos no es la ideal para el proyecto reproductivo de la paciente, es por esto que vitrificar permite conservar óvulos de buena calidad que podrán ser utilizados en el futuro.
Por otro lado, los tratamientos de reproducción asistida como la fecundación in vitro y la ovodonación permiten sortear muchas de las dificultades que surgen cuando se intenta concebir a edades más avanzadas. Es importante aclarar que estas técnicas no consiguen revertir el efecto del paso del tiempo, pero si pueden ayudar a optimizar las posibilidades y son una opción eficaz para quienes enfrentan problemas de fertilidad.
Desde una perspectiva social, estos tratamientos no sustituyen la necesidad de políticas públicas que favorezcan la conciliación familiar y laboral o el acceso a la información desde edades tempranas; pero sí representan una herramienta valiosa para acompañar las nuevas formas de vivir la maternidad y la paternidad en un contexto de cambio demográfico. Es por esto que la medicina reproductiva se convierte en un instrumento poderoso para intentar mitigar los efectos del llamado “invierno demográfico”.
4. Para las mujeres mayores de 40 años que desean concebir, ¿qué opciones ofrece la medicina reproductiva moderna para apoyar sus esfuerzos?
A partir de los 40 años, la fertilidad femenina experimenta un descenso significativo, tanto en la cantidad como en la calidad de los óvulos. Sin embargo, gracias a los avances en medicina reproductiva, hoy existen diversas alternativas para acompañar a las mujeres que desean ser madres en esta etapa de la vida. Una de las opciones más utilizadas es la fecundación in vitro (FIV) con óvulos propios, indicada principalmente en pacientes con una buena reserva ovárica. Cuando la reserva ovárica es muy baja o la calidad ovocitaria no permite lograr un embarazo viable, se puede recurrir a la ovodonación, una técnica en la que se utilizan óvulos de una donante joven. Esta opción presenta altas tasas de éxito y es una alternativa valiosa para muchas mujeres que, por diversas razones, no pueden concebir con sus propios óvulos. También existen técnicas como el Diagnostico Genético Preimplantacional que puede ayudar a optimizar los resultados cuando existe un riesgo aumentado de anomalías cromosómicas.
La clave está en comprender que, si bien la edad influye de manera importante en la fertilidad, no es el único determinante. Cada historia es única y la medicina reproductiva moderna ofrece opciones reales para acompañar con sensibilidad y rigor científico el deseo de maternidad en esta etapa de la vida.
5. El invierno demográfico puede parecer una preocupación colectiva, pero ¿cómo influye la toma de decisiones individuales en el panorama global de la natalidad? ¿Qué mensaje positivo puedes ofrecer a quienes buscan soluciones para concebir más tarde?
Si bien el "invierno demográfico" es un fenómeno que afecta a las sociedades en su totalidad, sus raíces están en las decisiones individuales. Cada persona o pareja que decide cuándo y cómo formar una familia contribuye a ese panorama global. Entender que nuestras elecciones tienen impacto colectivo nos invita a reflexionar y también a empoderarnos.
Desde mi lugar como ginecóloga especializada en fertilidad y reproducción asistida quiero transmitir un mensaje de esperanza y acción: aunque existen desafíos biológicos y sociales relacionados con la edad, hoy contamos con recursos médicos y herramientas tecnológicas que pueden ayudar a quienes desean concebir más tarde.
Lo más importante es no postergar la consulta y buscar información confiable para tomar decisiones informadas. La planificación consciente, apoyada en el conocimiento y el acompañamiento profesional, es la clave para adaptarnos a las realidades de nuestra época.
En definitiva, cada historia es única y valiosa. La medicina reproductiva está aquí para ofrecer apoyo, pero el primer paso siempre es el compromiso personal con el cuidado y la información. Esto nos permite transformar el desafío del "invierno demográfico" en una oportunidad para construir familias con más seguridad y bienestar. Por último, me gustaría destacar el valor fundamental del acompañamiento médico y emocional a lo largo de todo el proceso. Cada situación es única, y contar con un equipo que escuche, informe y sostenga a las personas que atraviesan tratamientos de fertilidad no solo mejora los resultados clínicos, sino que también contribuye a una experiencia más humana y contenida. En reproducción asistida, la tecnología es importante, pero la empatía es irremplazable.
La reproducción asistida ha abierto nuevas oportunidades para aquellas mujeres que buscan equilibrar sus decisiones de vida con el deseo de ser madres. Agradecemos a la Dra. Ximena Justo por compartir su experiencia y ofrecer una visión clara sobre las opciones disponibles para quienes desean concebir más tarde. En Barcelona IVF , seguimos comprometidos en brindar acompañamiento y soluciones personalizadas para cada paciente en su camino hacia la maternidad.
