Los
ovarios poliquísticos son todavía difíciles de definir, y de vez en cuando se revisan los criterios diagnósticos. Aun así, se considera que una mujer tiene unos ovarios poliquísticos cuando presenta dos de estas tres características:
Características de ovarios poliquísticos
1. Alteraciones del ciclo menstrual, bien irregularidades del ciclo (oligomenorrea) o completa ausencia de la menstruación (amenorrea).
2. Signos de exceso de hormonas masculinas, tanto a nivel bioquímico en las analíticas hormonales como en la clínica (hirsutismo, distribución masculina del vello, acné…).
3.
Patrón ecográfico de ovarios poliquísticos, caracterizado por un recuento de folículos antrales muy alto, en ocasiones de disposición periférica y con un estroma ovárico denso.
De acuerdo con estos criterios ya se puede suponer que la causa más frecuente de esterilidad son precisamente las
irregularidades del ciclo, que pueden dificultar el mantener relaciones sexuales en época fértil.
Además se ha visto que en estas pacientes, aún cuando ovulen, las alteraciones hormonales del síndrome hacen mucho más difícil que los óvulos sean completamente maduros, con lo cual
no pueden fecundarse correctamente.
Esto es algo que, además, se observa con frecuencia cuando estas pacientes se someten a tratamientos de fecundación in vitro, dónde el porcentaje de óvulos maduros que se recuperan es significativamente menor que en otras pacientes.
También hay alteraciones hormonales que pueden afectar a la insulina, produciendo una resistencia a su actividad. Esto suele conllevar que muchas de estas pacientes tengan un sobrepeso que puede aumentar las irregularidades de los ciclos, disminuir la efectividad de los tratamientos de reproducción e
incrementar el riesgo de aborto.
Tratamiento para ovarios poliquísticos
Los tratamientos de este tipo de ovarios se basan en dos pilares:
1.
Reducción de peso. Muchas veces sólo con esto ya normalizamos las irregularidades de los ciclos y conseguimos gestaciones espontáneas. Suele ser suficiente con una dieta y un programa de ejercicios físicos. En algunos casos más complicados se puede complementar con fármacos hipoglicemiantes como la metformina.
2. Tratamientos de estimulación ovárica. Cuando reduciendo el peso no es suficiente, se pueden realizar
tratamientos de estimulación hormonal, con o sin inseminación, para conseguir orientar las relaciones en momentos de máxima fertilidad. Se usan fármacos como el citrato de clomifeno o las gonadotrofinas subcutáneas, siempre con monitorización ecográfica para controlar el riesgo de gestación múltiple.
Cuando todo lo anterior falla se pueden plantear tratamientos como la
fecundación in vitro para valorar la cantidad de óvulos maduros que se producen.