¿Sabes qué son lo que popularmente llamamos ovarios vagos? En esta publicación te contamos lo que deberías saber sobre el síndrome de ovario poliquístico o también conocido como SOP.
¿Qué es el ovario poliquístico?
El síndrome de ovarios poliquísticos es una afección que se produce en 1 de cada 10 mujeres en edad fértil y afecta el funcionamiento del ovario. Hay 3 características principales del SOP, se diagnostica SOP cuando existe al menos 2 de los 3 criterios siguientes:
- Ovarios poliquísticos: El tamaño de estos ovarios es superior a lo normal, además de contener más folículos (por eso se llaman ovarios multifoliculares). ¿Cuánto mide un ovario? Aproximadamente 40 x 30 x 20 mm.
- Periodos irregulares, lo que significa que los ovarios no liberan los óvulos regularmente.
- Exceso de andrógenos: este exceso de hormona “masculina” en el cuerpo es la causante de algunos signos como el exceso de vello facial o corporal. Además, también provoca el crecimiento de quistes en los ovarios.
¿El SOP tiene síntomas?
Sí. De hecho, una pregunta muy típica en mujeres que tienen síndrome de ovarios poliquísticos es: ¿Por qué me duelen los ovarios si no tengo la regla? A continuación, te mostramos algunos de los síntomas del SOP:
- Pérdida de periodo, periodos irregulares o ligeros
- Dolor entre reglas coincidiendo con la ovulación.
- Mucho pelo en la cara, en la barbilla o en partes donde los hombres suelen tener más pelo.
- Acné en la cara, el pecho o la parte superior de la espalda
- Aumento de peso o dificultad para perder peso
- Pérdida de cabello
- Miomas en el ovario: Los miomas uterinos pueden ser los responsables del sangrado entre reglas.
¿Cómo se diagnostica?
Para diagnosticar SOP el médico o la médica preguntan a cerca de la historia clínica, los síntomas y hacen un examen físico. Una ecografía de los ovarios, un examen pélvico y un análisis de sangre suelen ser las pruebas que permiten diagnosticar el síndrome de ovarios poliquísticos.
¿Cuál es el tratamiento del ovario poliquístico?
Para el SOP no hay cura, pero se pueden controlar los síntomas con dieta, ejercicio y medicamentos.