Son muchas las mujeres que una vez diagnosticadas de esta enfermedad o tras haberla superado, se preguntan si es posible ser madre después de un cáncer, ya que los tratamientos para combatirlo pueden afectar a la fertilidad. A continuación, os contamos si cáncer y embarazo son compatibles.
Cáncer y embarazo
“¿Debo tener hijos después de haber padecido un cáncer?” o “¿es seguro el embarazo después del tratamiento?” son algunas de las preocupaciones más habituales de las mujeres que han logrado superar un cáncer y se están planteando el embarazo tras la quimioterapia o radioterapia.
Aunque es cierto que el factor genético puede hacer que se desarrolle un cáncer, tan sólo se registran de un 5% a un 10% de cánceres vinculados con un gen transmitido de padres a hijos. De manera que las posibilidades de que el hijo y/o hija lo padezca son muy bajas.
Por otra parte, tampoco se ha demostrado que el embarazo pueda hacer que el cáncer reaparezca, aún con los cambios hormonales que experimenta la mujer durante esta etapa. Además, hay evidencias de que se puede vivir un embarazo tras la quimioterapia o radioterapia perfectamente normal, sin peligro para la madre o el feto siempre que hayan transcurrido el tiempo necesario tras la finalización del tratamiento contra dicha enfermedad. El oncólogo será la persona que pueda aconsejar cuanto tiempo después del tratamiento se debe esperar para quedar embarazada.
Existen muchos tipos de cáncer que no comprometen la fertilidad de la mujer, por lo que podemos afirmar que sí es posible el embarazo después del cáncer. Sin embargo, no es posible asegurar que cáncer y embarazo son viables al 100% en todos los casos, ya que depende del tipo que se padezca y de cómo se haya desarrollado cada caso de forma individual.
Por esto mismo, recomendamos consultarlo siempre con un oncólogo. Y en caso de ser posible, tomar medidas las medidas oportunas para preservar la fertilidad.
Medidas para preservar la fertilidad
Gracias a los avances de la ciencia en el diagnóstico y tratamiento de esta enfermedad, se ha reducido la tasa de mortalidad. Además, se han mejorado las técnicas para preservar la fertilidad en mujeres jóvenes permitiendo que cáncer y embarazo no sean incompatibles.
La vitrificación de óvulos antes del tratamiento oncológico se presenta como una solución altamente eficaz. Esta técnica consiste en la congelación ultrarrápida de los óvulos o los embriones en nitrógeno líquido a -196ºC con el fin de mantenerlos congelados durante el periodo de tiempo que se desee, sin que se vea alterado su estado o calidad. De esta manera, una vez que la paciente haya superado el cáncer y desee ser madre, pasarían a desvitrificarse los óvulos para su inseminación y la posterior transferencia de los embriones.
Con el fin de llevar a cabo esta técnica para preservar la fertilidad, la paciente debe someterse a un tratamiento hormonal de estimulación ovárica. Esto favorece la ovulación de la mayor cantidad de óvulos posible.
Actualmente se puede comenzar la estimulación ovárica en cualquier día del ciclo femenino, lo que hace que el tratamiento se reduzca a la mitad. De igual forma, hay casos en los que no es posible retrasar el tratamiento contra la enfermedad, por lo que siempre recomendamos evaluar cada caso con un especialista.