El término “spotting” se refiere a la presencia de un sangrado leve que no corresponde con la menstruación y que ocurre entre un ciclo menstrual y el siguiente. Generalmente, no requiere de productos menstruales, ya que la cantidad de sangre es mínima y apenas mancha la ropa interior.
Principales causas del spotting y su efecto en la fertilidad
1. Ovulación:
Algunas mujeres experimentan un leve sangrado durante la ovulación. En la mayoría de los casos, se trata de un proceso fisiológico causado por la disminución transitoria de los estrógenos previa a la ovulación, que pueden provocar un ligero desprendimiento del endometrio. Una vez que la producción de progesterona aumenta, el endometrio se estabiliza y el sangrado se detiene.
Además, durante la ovulación, el flujo sanguíneo aumenta a nivel del cuello uterino, lo que puede aumentar la fragilidad capilar y dar lugar a un pequeño sangrado.
Este tipo de spotting no suele afectar a la fertilidad, y, de hecho, en algunas mujeres puede ser un indicador de la ovulación.
2. Desequilibrios hormonales
Cualquier alteración en los niveles hormonales durante el ciclo menstrual, especialmente en estrógenos y progesterona, puede desestabilizar el endometrio y causar sangrados intermenstruales.
Por ejemplo, una insuficiencia del cuerpo lúteo en la producción de progesterona puede generar spotting previo a la menstruación. Su presencia puede ser un indicativo de un endometrio poco estable, lo que podría dificultar la implantación del embrión.
3. Infecciones
Algunas enfermedades de transmisión sexual, como la gonorrea, la clamidia o la vaginosis bacteriana, pueden inflamar tanto el útero como el cuello uterino y provocar sangrados intermenstruales.
Cuando estas infecciones no se diagnostican y tratan a tiempo, se aumenta el riesgo de enfermedad inflamatoria pélvica, una condición que puede afectar a la fertilidad.
4. Condiciones médicas relacionadas con el endometrio
Patologías como la adenomiosis, miomas o la presencia de pólipos endometriales también pueden ser la causa subyacente del spotting. Estos procesos pueden dificultar la implantación del embrión, y aumentar el riesgo de fallos de implantación o abortos tempranos.
La importancia de conocer y monitorear el ciclo menstrual
Conocer el ciclo menstrual es fundamental para la salud ginecológica y la planificación de la fertilidad. Algunas estrategias para su seguimiento son:
- Uso de aplicaciones móviles: registrar los síntomas menstruales permite identificar patrones irregulares.
- Medición de la temperatura basal: tomarla cada mañana antes de levantarse ayuda a detectar la ovulación, momento en el que la temperatura aumenta entre 0,3 y 0,5ºC. Pocas mujeres lo usan por la incomodidad en su realización, además si los ciclos son regulares, lo más probable es que estés ovulando en mitad del ciclo.
- Observación del moco cervical: su textura y apariencia varían a lo largo del ciclo.
- Uso de test de ovulación: permiten detectar el pico de hormona luteinizante (LH), que ocurren 24-36 horas antes de la ovulación.
Aunque la mayoría de los casos de spotting son benignos y no afectan la fertilidad, en algunos casos pueden ser señal de infecciones, desequilibrios hormonales o alteraciones endometriales que sí pueden ser causantes de problemas reproductivos. Por ello, ante cualquier sangrado anómalo, es recomendable acudir a un especialista quién podrá evaluar su causa y su efecto sobre la fertilidad.
Dra. Cristina Guix
Ginecóloga experta en fertilidad en Barcelona IVF