Durante el invierno, los días se acortan y pasamos más horas en oscuridad. Este cambio no solo afecta a nuestro estado de ánimo o a nuestros niveles de energía, sino que también puede tener un impacto en los ritmos naturales del organismo, incluidos aquellos que regulan la función reproductiva.
Aunque no es un tema del que se hable con frecuencia, la luz —o más bien, su ausencia— desempeña un papel importante en el equilibrio hormonal y, por tanto, en la fertilidad tanto femenina como masculina.
La luz y nuestros ritmos biológicos
Nuestro cuerpo funciona siguiendo un “reloj interno” conocido como ritmo circadiano, que regula procesos esenciales como el sueño, la liberación de hormonas y la temperatura corporal. Este reloj se sincroniza principalmente gracias a la luz solar.
En invierno, la reducción de horas de luz natural puede desajustar este sistema. La oscuridad prolongada estimula la producción de melatonina, la hormona que induce el sueño. Aunque la melatonina es beneficiosa y cumple funciones antioxidantes en los ovarios y los testículos, su exceso o desajuste puede interferir con el eje hormonal que regula la ovulación y la espermatogénesis.
Melatonina, sueño y fertilidad
La melatonina tiene un papel dual. Por un lado, ayuda a proteger las células reproductivas del daño oxidativo y favorece la calidad de los ovocitos y los espermatozoides. Por otro, si su secreción se mantiene alta durante el día —por falta de luz solar o por alteraciones del sueño— puede afectar la liberación de hormonas sexuales como la LH y la FSH, esenciales para la ovulación y la espermatogénesis.
Por eso, mantener una exposición regular a la luz natural durante las horas diurnas y respetar los horarios de descanso nocturno son medidas sencillas pero importantes para cuidar la fertilidad.
Vitamina D
La síntesis de vitamina D depende directamente de la exposición solar. En los meses fríos, cuando los días son más cortos y pasamos más tiempo en interiores, sus niveles suelen disminuir.
Esta vitamina tiene un papel importante en la función reproductiva ya que participa en la maduración de los ovocitos, la implantación embrionaria y la producción de testosterona. También se relaciona con la movilidad espermática y en la presencia de ciclos ovulatorios regulares.
Cómo contrarrestar los efectos del invierno
- Aprovecha la luz natural: sal a la calle en las horas centrales del día, aunque sea unos minutos.
- Cuida el sueño: mantén horarios regulares y evita pantallas luminosas antes de dormir.
- Valora tus niveles de vitamina D: tu médico puede solicitar una analítica y, si es necesario, recomendarte suplementación.
- Incluye alimentos ricos en vitamina D, como pescados grasos, huevos y lácteos fortificados.
- Practica ejercicio moderado al aire libre: mejora la circulación, el ánimo y el equilibrio hormonal.
El invierno no afecta directamente a la fertilidad, pero la falta de luz puede alterar el equilibrio hormonal. Cuidar el descanso, salir al sol y mantener niveles adecuados de vitamina D son hábitos que contribuyen a una función reproductiva saludable.
Dra. Cristina Guix
Ginecóloga experta en fertilidad en Barcelona IVF
