Detrás de muchas fecundaciones in vitro sin éxito existen alteraciones en la meiosis, pero ¿qué es? ¿Qué repercusiones tiene sobre la fertilidad? ¿Qué pruebas nos permiten evaluarla? Te lo contamos todo a continuación.
¿Qué es la meiosis?
Para entender qué es la meiosis, empezaremos haciendo un breve repaso a algunos conceptos importantes.
El cuerpo humano está compuesto de billones de células, que son la unidad más pequeña que puede vivir por sí sola. Si las células contienen dos conjuntos completos de cromosomas las llamamos diploides. Si solo contienen un conjunto de cromosomas, serán lo que conocemos como haploides. Los gametos o células sexuales, es decir, los óvulos y los espermatozoides son células haploides.
Existe un proceso de división celular en el cual se generan células haploides a partir de células diploides, es decir, nos permite obtener las células sexuales. Este proceso se conoce como meiosis.
En la meiosis son necesarias dos rondas de divisiones llamadas meiosis I y meiosis II. En cada una de estas divisiones hay 4 fases: profase, metafase, anafase y telofase. Sin embargo, en esta publicación, no profundizaremos en las etapas de la meiosis dada su complejidad.
¿Por qué es importante la meiosis en la fertilidad?
Como hemos visto anteriormente, este proceso es imprescindible para la reproducción. No obstante, en la meiosis puede haber errores que den lugar anomalías cromosómicas, es decir, algún gameto contiene más o menos cromosomas de los que debería. Estas alteraciones pueden resultar en problemas de fertilidad como los fallos repetidos de implantación o abortos recurrentes, por ejemplo. Es por esta razón que, a las parejas que vayan a someterse a tratamientos de reproducción asistida , se les recomienda analizar la existencia de alteraciones de cariotipo.
¿Cómo se evalúa si existe alteración en la meiosis en los hombres?
En los varones, si queremos analizar la meiosis directamente podemos hacer la biopsia testicular, que es una intervención ambulatoria sencilla bajo anestesia local en la que obtenemos tejido testicular para poder hacer el análisis. Esta prueba se considera la más específica y sensible para el diagnóstico de estas anomalías. Hasta hace poco solo se podía realizar el estudio observando las divisiones celulares en biopsia testicular pero actualmente ya es posible hacerlo en una muestra de semen en fresco lo que facilita el diagnóstico evitando el tener que realizar una biopsia testicular. Por otro lado, tenemos la FISH (Hibridación in situ fluorescente) que consiste en el análisis de un número determinado de cromosomas en los espermatozoides directamente sobre la muestra de semen. Sin embargo, esta técnica, aunque es fácil de hacer, tiene ciertas limitaciones como, por ejemplo, que solo se estudia una parte de los 23 cromosomas que contiene el espermatozoide. Esto implica que el resultado podría aparentar ser normal en hombres que realmente tienen una anomalía genética.
Generalmente, una meiosis alterada se suele relacionar con seminogramas anormales (especialmente a oligozoospermias), aunque también puede darse en hombres con seminogramas normales.
¿Y en mujeres?
En el caso de las mujeres, analizar si el proceso de meiosis se lleva a cabo con normalidad es complicado, por lo que si se sospecha que este procedimiento puede estar alterado se aconseja el diagnóstico genético preimplantacional (DGP) en los embriones y así poder incrementar las tasas de éxito de las técnicas de FIV .