Los óvulos son claves en la concepción, por lo que su baja calidad y/o baja reserva ovárica son causas de infertilidad femenina frecuentes. Pero ¿qué entendemos por “calidad”? ¿Cómo se valora la calidad ovocitaria? Te lo explicamos a continuación.
¿Qué entendemos por calidad ovárica?
Las mujeres desde su nacimiento cuentan con una cantidad limitada de óvulos. En la pubertad, se estima que tienen alrededor de 300.000 y esta reserva ovárica se va reduciendo a medida que se van liberando óvulos maduros en la ovulación. Dicho de otro modo, el término “reserva ovárica” se relaciona con la cantidad de los óvulos, pero no con su calidad. La calidad hace referencia a las características morfológicas y genéticas de los óvulos para dar lugar a la gestación.
La causa más importante del declive tanto de la cantidad, como de la calidad ovocitaria es la edad. Por ejemplo, una reserva ovárica a los 40 años suele ser menor que a los 20 años y también lo suele ser su calidad porque existe más probabilidad de presentar alteraciones genéticas. Sin embargo, es posible encontrar casos de mujeres con baja reserva ovárica, pero que producen óvulos de calidad.
¿Cómo se valoran la reserva ovárica y la calidad de los óvulos?
Para conocer la reserva ovárica se realiza el recuento de folículos antrales por ecografía y la determinación de los niveles de FSH (hormona foliculoestimulante), E2 (estradiol basal) y AMH (hormona antimülleriana). Es importante saber que los resultados de estas pruebas son orientativos y deben contemplar el análisis junto con la historia clínica de la paciente. De hecho, la forma más fiable de conocer la reserva ovárica es sometiendo los ovarios a una estimulación hormonal.
Por otro lado, la única manera de saber si se producen óvulos de calidad es a través de un ciclo de fecundación in vitro que permita comprobar si los óvulos tienen la capacidad de desarrollarse correctamente. Aún así el factor que va a marcar la calidad de los óvulos es la edad de la mujer. De esta manera, cuanto más joven mejor y es a partir de los 38 años cuando la calidad va disminuyendo progresivamente siendo difícil conseguir un embarazo con óvulos propios a partir de los 43 años.
¿Es posible ser madre sin usar los propios óvulos?
Sí, gracias a la donación de óvulos . El procedimiento se basa en fecundar los óvulos de la donante en el laboratorio con el semen de la pareja o de un donante y, una vez tenemos los embriones en estado de blastocisto, se transfieren al útero de la futura madre.
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En Barcelona IVF aseguramos los mejores resultados, ya que realizamos un matching genético entre la donante y la receptora de los óvulos. La compatibilidad genética entre ambas mujeres nos permite reducir el riesgo de que el futuro bebé padezca más de 250 enfermedades genéticas conocidas.
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