Los últimos estudios farmacológicos llevados a cabo por el Consorcio Internacional de Anticoncepción de Emergencia (ICEC) y la Federación Internacional de Ginecología y Obstetricia (FIGO) confirman que el levonorgestrel (principio activo de la píldora del día después) no es abortiva.
El mecanismo de acción del levonorgestrel es impedir o retrasar la ovulación por lo que no afecta a la implantación ni al grosor endometrial y no debería considerarse como un abortivo.