En el campo de la reproducción humana es conocido que la obesidad de la madre dificulta la posibilidad de quedar embarazada y aumenta el número de abortos.
Según un estudio internacional en el que participa un grupo español los ácidos grasos saturados tendrían una acción tóxica sobre el óvulo y el embrión que podrían dificultar su futuro desarrollo y evolución.