La probabilidad de que una mujer consiga o no un embarazo tras un tratamiento de FIV es poco probable que se deba al estrés.
Investigadores de la Universidad de Cardiff en Gales y de la Universidad de Tesalónica en Grecia revisaron 14 estudios previos que evaluaban el nivel de estrés antes del tratamiento de 3500 mujeres que hicieron un ciclo de FIV. Se comparó el grado de estrés previo al tratamiento con el resultado de embarazo o no embarazo. La revisión bibliográfica, publicada en el British Medical Journal, no halló ninguna asociación entre los niveles de estrés y la posibilidad de éxito de los tratamientos de fertilidad.