La valoración morfológica de los parámetros que realizamos en D+2 es extensiva a D+3, pero además, valoraremos dos nuevos parámetros:
- División respecto a la observación en D+2:
Existe una correlación clara entre el ritmo de división de los embriones D+2 a D+3, y las tasas de implantación. Así, para embriones en 4 células en D+2 debemos observar en D+3 embriones en 7-8 células, o embriones en2 - 5 células en D+2, debemos encontrar en D+3 embriones en 6 y 8 células respectivamente. Podríamos resumir que los embriones deben haber doblado al menos el 50 % de sus blastómeros de D+2 a D+3. Cualquier cambio en este ritmo de división es indicativo de un embrión con menores probabilidades de implantación.
- Presencia de actividad citoplasmática:
Esta actividad citoplasmática puede verse reflejada en dos parámetros que aparecen en D+3: inicio de adhesión o compactación y la presencia de una hipervacuolización (a modo de “piel de naranja”) . Ambas son indicativas de un proceso de activación embrionaria y en general, si no aparecen de forma temprana, de buen pronóstico.