Un folículo es una pequeña estructura esférica dentro del ovario donde madura el óvulo. Un folículo está lleno de líquido, el líquido folicular, que es lo que se ve en una ecografía del ovario.
Fase folicular y ovulación
Cada mes, un número variable de folículos inician su crecimiento en el ovario. En un ciclo menstrual natural, sólo un folículo, el dominante, continuará creciendo y llenándose de líquido folicular, mientras el ovocito en el interior termina de madurar. A mitad del ciclo, tras estas dos semanas de la llamada fase folicular del ciclo, el ovocito maduro romperá el folículo y se liberará en las trompas de Falopio para ser fecundado. Es la ovulación. El resto de folículos que iniciaron su crecimiento pero no continuaron, degenerarán.
Estimulación ovárica
En un ciclo de reproducción asistida , este número variable de folículos, llamados folículos antrales, no dejarán de crecer. Las hormonas administradas permiten que no solo haya un folículo dominante si no que todos los folículos “reclutados” al inicio del ciclo continúen creciendo y los ovocitos en su interior también maduren. Se considera que los folículos van creciendo a un ritmo medio de 2mm al día. El tamaño folicular es importante porque nos informa de que el óvulo en su interior seguramente ha alcanzado su madurez. Cuando uno o más folículos miden 18mm, generalmente se procede a la punción folicular para obtener los ovocitos.
Hiperestimulación ovárica
El síndrome de hiperestimulación ovárica es una complicación grave debida a la respuesta exagerada del ovario a la estimulación hormonal en un tratamiento de reproducción asistida. Hoy en día, cambios en el protocolo de estimulación y la congelación de los embriones permiten evitar el síndrome en las pacientes que podrían ser susceptibles de padecerlo, generalmente pacientes jóvenes y con una alta reserva ovárica .
Reserva ovárica
La reserva ovárica es el número de folículos antrales que se pueden contar en una ecografía al inicio del ciclo. Las mujeres nacen con cientos de miles de folículos, que con el paso de los años se van perdiendo. Al iniciar la pubertad, solo queda una pequeña parte de los folículos que había en el ovario al nacer. A partir de la primera menstruación y con cada ciclo posterior, el ovario reclutará un pequeño grupo de folículos de los cuales sólo uno contendrá el ovocito que madurará y ovulará. Tras unas décadas, al llegar a cierta edad, la reserva ovárica de una mujer se habrá ido agotando, ya no habrá tantos folículos a reclutar y cada vez serán de peor calidad. Este descenso de la reserva ovárica es la causa de la infertilidad femenina debida a la edad.