¿Por qué no he logrado el embarazo si la calidad embrionaria es buena? Esta es una de las dudas más frecuentes en una clínica de fertilidad. La respuesta es clara: conseguir el embarazo no depende solamente de la calidad de los embriones, sino también del endometrio. Por esta razón, preparar el endometrio en un tratamiento de fertilidad es clave y, a continuación, veremos el motivo.
Endometrio y ciclo menstrual
El endometrio es la membrana mucosa que recubre el útero y cuya función es proporcionar un entorno óptimo para la implantación embrionaria. En la primera mitad del ciclo, debido a los cambios en los niveles de las hormonas sexuales (estrógenos y progesterona), se produce la descamación o desprendimiento del endometrio que implica la aparición de la menstruación. Paralelamente, se va regenerando un nuevo endometrio y aparece lo que denominamos endometrio proliferativo. En este estadio, el endometrio se engrosa y se forman glándulas endometriales y vasos sanguíneos. Una vez ha sucedido la ovulación, se empiezan a secretar distintas sustancias con el objetivo de preparar el endometrio para el embarazo (conocido como endometrio secretor).
Los 3 requisitos del endometrio para una correcta implantación
Existen 3 factores asociados al endometrio que son claves para que suceda la implantación embrionaria: el grosor, el aspecto y la receptividad.
Como hemos visto en el apartado anterior, el grosor del endometrio va variando a lo largo del ciclo. Para que se produzca la implantación, el grosor endometrial óptimo es entre 7 y 12 mm. El endometrio alcanza esta medida, generalmente, entre los días 19-21 del ciclo menstrual.
Por otro lado, la estructura también es importante. Para una correcta implantación, debemos tener un endometrio trilaminar, es decir, se diferencian 3 capas al observarlo por ecografía.
El tercer requisito es la receptividad endometrial. Cuando el endometrio ya ha adquirido las características morfológicas y funcionales necesarias, es capaz de interaccionar con el embrión para que se produzca la implantación. La receptividad está restringida a un periodo concreto que denominamos ventana de implantación y sucede en los días 19-21 del ciclo.
Preparación endometrial en reproducción asistida
En los tratamientos de fertilidad como la FIV con ovodonación o la transferencia de embriones congelados (propios o donados) preparar el endometrio es crucial. Esta preparación se basa en la administración de medicación hormonal. A diferencia de la estimulación ovárica, la preparación endometrial puede realizarse con medicación por vía oral. En el caso de las inseminaciones artificiales o los ciclos de FIV con óvulos propios en fresco, utilizamos únicamente progesterona en la segunda fase del ciclo, una vez hecha la punción folicular o la inseminación. Esto es lo que conocemos como preparación endometrial en ciclo natural porque aprovechamos los estrógenos generados por el propio cuerpo.
En cambio, en la ovodonación o los ciclos con óvulos o embriones congelados, solemos realizar el ciclo artificial administrando estrógenos y progesterona.
En ambas opciones se llevan a cabo controles ecográficos para hacer un seguimiento del crecimiento endometrial.
¿Tienes más dudas sobre la preparación endometrial en los tratamientos de reproducción asistida? Comparte tus dudas en los comentarios.