¿Hay medicamentos prohibidos en el embarazo? A la hora de tratar este tema, es importante destacar que el embarazo es una etapa en la que se producen una gran cantidad de cambios fisiológicos en la mujer. Durante este estado, cualquier infección, patología o medicamento puede repercutir tanto en el feto como en la madre.
Por este motivo, lo habitual es que no se aconseje el uso de medicamentos en el embarazo, tal y como recomienda la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Medicamentos en el embarazo
Cuando hablamos de los principales riesgos que supone la administración de fármacos en el embarazo, pasamos a clasificarlos en diferentes categorías según el grado de riesgo que conllevan:
- Categoría A: Los estudios controlados no han demostrado riesgos en el embarazo, y la posibilidad de que el feto sufra teratogénesis es remota. Dentro de esta categoría se encuentran: algunas vitaminas, ácido fólico, ácido ascórbico, hierro, calcio, potasio y la levotiroxina en las dosis recetadas por el facultativo.
- Categoría B: Medicamentos en los que no se han registrado riesgos humanos, de manera que se acepta su uso durante el embarazo. Aquí se encuentran fármacos como: acetaminofenol, aspartato, corticoides, insulina, amoxicilina, ácido clavulánico, amoxicilina, azitromicina, ranitidina e ibuprofeno. De este último, se recomienda evitar su consumo después de la semana 32 de gestación.
- Categoría C: No pueden descartarse riesgos en el embarazo, por lo tanto, su utilización debe ser valorada por un médico, analizando cuidadosamente los beneficios y los riesgos de cada caso individual.
Habitualmente en el etiquetado de estos fármacos se advierte de los riesgos. Algunos de los más comunes son: proclorperazina, amikacina, atenolol, beclometasona, betametasona, carbamazepina, codeína, clonazepam, fluconazol, ketorolac, dexametasona, inmunoglobulina Anti-RH (D), y la ciproflozacina.
- Categoría D: Los estudios en embarazadas han demostrado el riesgo de efectos adversos como malformaciones fetales, por lo que se consideran medicamentos de alto riesgo. Sólo deben usarse en casos en los que no exista otra alternativa.
Algunos de los más habituales son tratamientos para el asma, la epilepsia o relajantes musculares tales como: acenocumarol, ácido acetilsalicílico, diazepam, valproico, litio, fenitoína, bleomicina o metotrexate.
- Categoría X: Medicamentos totalmente contraindicados durante el embarazo. Su uso exige medidas anticonceptivas. Algunos ejemplos son fármacos como: isotretinoína accutane, misoprostol, talidomida, raloxifeno, simvastatina o nandrolona, entre otros.
Es habitual que surjan dudas o confusiones acerca de la utilización de medicamentos en el embarazo. Nuestra recomendación es consultar estas cuestiones siempre con un médico, para que valore las necesidades y la compatibilidad del fármaco con el momento del embarazo en el que se encuentre la madre.