Para realizar una Fecundación In Vitro (FIV) con buenas tasas de éxito, debemos asegurarnos de tener un buen número de óvulos. Para ello, la mujer que decide comenzar el tratamiento, debe someterse a una estimulación ovárica controlada.
¿En qué consiste la estimulación ovárica?
La estimulación ovárica es el proceso que, mediante la administración de medicación hormonal en inyecciones subcutáneas, permite que se estimulen los ovarios con la finalidad de obtener un número correcto de óvulos para realizar el tratamiento FIV.
Este método nos garantiza el momento preciso de la ovulación, y la correcta maduración de los ovocitos, imitando lo que ocurre en el ciclo natural femenino. Su duración es habitualmente de entre 8 y 14 días, dando comienzo el segundo o tercer día de menstruación.
Formas de estimulación ovárica
Dentro de la estimulación ovárica, nos encontramos esencialmente con dos formas de realizar el procedimiento de la FIV: la estimulación suave y la estimulación clásica.
Cuando hablamos de la estimulación suave, también denominada como FIV suave, softFIV, miniFIV o microFIV, nos referimos al tipo de forma consistente principalmente en aplicar las dosis mínimas de medicación hormonal a la paciente.
Una de las principales ventajas frente a una estimulación ovárica clásica, es que la mujer reducirá las opciones a padecer efectos secundarios, manteniendo la misma tasa de éxito de la FIV. De igual manera, la miniFIV no es una técnica válida para todos los casos de infertilidad, aunque resulta muy ventajosa para muchas parejas o mujeres que están buscando el embarazo.
A continuación, explicamos los aspectos diferenciadores entre ambos tipos de estimulación ovárica:
1. La naturalidad del proceso
Al comienzo del ciclo de fecundación in vitro, la mujer sigue un tratamiento hormonal, alterando la regulación del organismo. Es a través del seguimiento de esta medicación hormonal donde se consigue la maduración de los óvulos. Por lo tanto, estamos influyendo en el proceso natural del propio cuerpo, pues conseguimos rescatar los óvulos destinados a morir.
- Estimulación ovárica clásica: La medicación hormonal es alta, de manera que la alteración hormonal para la mujer, también se ve incrementada.
- MiniFIV: Las dosis de medicación hormonal son mínimas, por lo tanto, la estimulación es menor. Esto a su vez, implica una menor alteración hormonal para el organismo. El proceso es más sencillo, por lo que es prácticamente como una estimulación ovárica natural.
2. Tiempo de medicación hormonal
Como en todos los procesos médicos, siempre hay un periodo de tiempo mínimo estipulado para seguir un tratamiento. En este caso en concreto nos encontramos de nuevo con dos posibilidades:
- Estimulación ovárica clásica: El proceso puede durar hasta 14 días.
- MiniFIV: El tiempo de tratamiento es aproximadamente el mismo, pero al haber menor respuesta, los síntomas son menores para la paciente.
3. Seguimiento en la clínica
Para el correcto seguimiento de la mujer durante la estimulación ovárica, es preciso que acuda regularmente a nuestra clínica, para que uno de nuestros especialistas controle el caso en ambos tipos de estimulación.
4. Efectos adversos
En relación a los efectos secundarios de la estimulación ovárica, nuevamente surgen dos escenarios:
- Estimulación ovárica clásica: Este tipo de estimulación fuerte, o en altas dosis, puede dar lugar a padecer el síndrome de hiperestimulación ovárica (SHO). Esto a su vez, puede provocar síntomas como dolor e hinchazón en la zona abdominal, mareos, náuseas o vómitos, dificultad para respirar o aumento de peso.
- MiniFIV: Al administrarse la medicación hormonal en dosis más bajas, podemos afirmar que con una FIV suave se reducen las posibilidades de padecer SHO, así como las irritaciones en la piel a causa de las inyecciones.
5. Obtención de óvulos
Para poder realizar la fecundación in vitro se realiza una pequeña intervención quirúrgica, que consiste en una punción a través de la que se obtienen los óvulos.
En una miniFIV el tiempo de extracción es menor respecto a una estimulación ovárica clásica, pues también es inferior la cantidad de óvulos que se obtienen. De igual manera, se reduce la exposición anestética de la paciente, y la recuperación es más rápida.
6. Estrés emocional
Además de los nervios al iniciar un tratamiento de reproducción, la medicación hormonal puede alterar el estado emocional de la paciente. Por eso siempre recomendamos que se realice una miniFIV, en caso de que existan posibilidades de que la paciente pueda lograrlo a través de este método, ya que el proceso es más breve, y por lo tanto menos estresante.
Como hemos detallado en este artículo, son dos formas de estimulación distintas, y por lo tanto hay aspectos muy diferenciados entre ellas. Para tomar una decisión exacta sobre qué forma de estimulación ovárica es la mejor, es primordial consultarlo con el médico especialista, ya que como comentamos anteriormente, no en todos los casos se puede realizar una miniFIV.
Hoy en día se considera que la cantidad de óvulos obtenidos después de una estimulación ovárica es un factor determinante de las posibilidades de éxito. De forma que el tener más óvulos nos da más opciones de embarazo, ya que se obtienen más embriones para ser transferidos.
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