Existe una estrecha relación entre fertilidad y nutrición. Revisar nuestros hábitos alimentarios es muy importante ya que una dieta incorrecta puede alterar el reloj biológico. En este sentido, es importante utilizar alimentos que sean beneficiosos y buenos para la fertilidad. Además, en la actualidad encontramos un gran número de toxinas en nuestra alimentación que afectan a nuestra salud. Tanto la obesidad como un peso bajo pueden dificultar el embarazo y por eso es esencial seguir una alimentación lo más equilibrada posible.
¿Cómo aumentar la fertilidad gracias a la alimentación?
Incluir determinados alimentos ricos en vitaminas y antioxidantes en nuestra dieta para quedar embarazada puede ayudarnos a prevenir problemas de fertilidad y de esta manera aumentar las posibilidades de concebir durante una FIV .
Frutas y verduras: la dieta ideal para aumentar la fertilidad debe ser rica en ensaladas de fruta y verduras, especialmente las de color verde, rojo y amarillo, por ser las más ricas en antioxidantes. Entre ellas podemos destacar: col rizada, pimiento rojo y los arándanos. A más intenso el color, más nutrientes. Para su consumo correcto, deben limpiarse bien y prepararse con mínima cocción, para que no pierdan ninguna de sus vitaminas. Lo ideal, es optar por aquellas procedentes de cultivo orgánico para evitar los pesticidas.
Hidratos de carbono integrales no refinados como el pan de trigo integral, de avena o de centeno. El proceso de refinado destruye una gran cantidad de nutrientes y aumenta los niveles de insulina en sangre. Esto provoca menstruaciones irregulares en personas con alteraciones como el síndrome del ovario poliquístico.
Alimentos ricos en Hierro: para evitar una anemia en embarazo y post parto; pescados o marisco, como las ostras, mejillones o sardinas, o vegetales como los espárragos, habas, frijoles y lentejas.
Los ácidos grasos Omega 3, sobre todo el DHA, EPA Y DPA, se consideran muy beneficiosos y podemos encontrarlos en el pescado. Lo ideal es tomar dos raciones a la semana (340gr/semana) para que el cuerpo tenga un aporte adecuado. Lo recomendable es optar por aquellos pescados con bajo contenido en mercurio como el langostino, el camarón, el atún claro enlatado al natural, la trucha, el abadejo o el salmón. Otra opción para vegetarianas es optar por las semillas de lino o suplementos en cápsulas.
La incorporación del aceite de onagra en la dieta también es un aliado de la fertilidad por ser rico en omega 6 y actuar como un regulador hormonal del ciclo menstrual. Por su capacidad para mejorar la circulación, puede ser utilizado en caso de impotencia relacionada con una falta de riego sanguíneo en los órganos reproductores del hombre.
La suplementación con vitaminas prenatales que aporten acido fólico, hierro, calcio y complejo vitamínico B es importante. Aún así, es clave dejarse asesorar por un especialista médico, ya que una hipervitaminosis inducida por un exceso tampoco es recomendable.
Tomar piña durante el embarazo es una buena opción, dado que la piña es una excelente fuente de vitamina C, folatos, magnesio y otros minerales importantes. Existe el mito de que la piña puede ser perjudicial durante el embarazo y provocar abortos, pero es solo eso: un mito. El origen del mito se basa en que la piña contiene una enzima llamada bromelanina (que se ha visto que puede ayudar a inducir el parto), pero la cantidad de esta enzima en la carne de la piña – a diferencia del corazón, que no se come – es insignificante, siendo muy improbable que afecte a tu embarazo.
Estos alimentos son una excelente opción tanto para favorecer la implantación del embrión como para favorecer la ovulación, además de ser alimentos sanos y equilibrados.
Fertilidad y nutrición: ¿Qué alimentos pueden ser perjudiciales?
Además de incorporar nuevos alimentos es importante restringir otros como el café, el alcohol o el tabaco. La fertilidad y nutrición guardan relación y por eso es importante evitar:
El café es uno de los alimentos a evitar si estamos siguiendo un tratamiento de fertilidad. Por su efecto vasoconstrictor sanguíneo, puede dificultar la implantación del embrión en el útero. También, es importante evitar grandes consumos de carne, ya que eso eleva los niveles de amoníaco en el organismo y dificulta también la implantación uterina.
El alcohol es otro de los enemigos de la fertilidad femenina ya que produce alteraciones en el ciclo menstrual y se debe evitar en pacientes con el Síndrome del Ovario Poliquístico.
El tabaco es también una de las causas de infertilidad femenina ya que daña los óvulos, adelantando en el tiempo la edad de la menopausia.
La soja y el guisante: a pesar de ser alimentos muy sanos, son alimentos que actúan de “falso estrógeno”, es decir, actúan a modo de anticonceptivo natural en nuestro cuerpo. Además, son enemigos también de la fertilidad masculina ya que reducen el deseo sexual y disminuyen la absorción de Zinc provocando oligospermia (secreción deficiente de esperma o escasa cantidad de espermatozoides en el semen).
Productos y bebidas edulcoradas con Aspartamo: el aspartamo activa la secreción de prolactina y eso dificulta la ovulación. Es mejor optar por un consumo de azúcar con moderación, evitando los edulcorantes.
La listeria es una bacteria que puede provocar abortos espontáneos en fases muy tempranas del embarazo y es mejor evitar el evitando los quesos blancos, los lácteos no pasteurizados, la carne poco cocinada, el sushi crudo, los mariscos o los ahumados refrigerados como el salmón.
Desde el momento que se empieza a planificar el embarazo, es importante tener en cuenta esta serie de recomendaciones sobre alimentación para corregir todos eses hábitos alimenticios que puedan incidir negativamente durante un tratamiento de fertilización in vitro. La fertilidad y nutrición guardan una estrecha relación y por eso es importante tenerlo en cuenta durante el tratamiento, consumiendo solo alimentos buenos para la fertilidad.