La fecundación in vitro (FIV) utilizando un donante de semen es una de las técnicas más utilizadas para mujeres monomarentales o en familias con dos mamás.
Hoy os presentamos el testimonio de Virginie, una mujer que gracias a la FIV utilizando un donante consiguió ser madre en solitario.
Elección del tratamiento
A sus 39 años y con el firme deseo de ser madre, Virginie acudió a Barcelona IVF para informarse de las opciones que mejor se ajustaban a su situación. Tras una minuciosa evaluación de su fertilidad, la doctora Cristina Guix le indicó que, dada su buena salud reproductiva, era una candidata apta tanto para un proceso de inseminación artificial como de FIV.
La decisión final de Virginie de continuar con un proceso de FIV se basó en su deseo de ser madre de dos hijos, y que estos no fueran gemelos. En caso de éxito del procedimiento, la FIV le permitiría vitrificar los embriones sobrantes y, de esta manera, poder utilizarlos en el futuro si deseaba tener un segundo hijo.
Un camino fácil
El tratamiento fue óptimo. Virginie respondió muy bien tanto a la estimulación ovárica como al tratamiento hormonal. En poco menos de una semana, ya tenía 8 folículos de un tamaño adecuado en el ovario izquierdo y 7 en el derecho.
Dos días después, viajó a la clínica para someterse a la punción ovárica bajo anestesia general de acción rápida (conocida como anestesia “flash”). Virginie se sintió muy segura y cuidada durante la intervención, ya que el personal hablaba perfectamente francés, su lengua nativa, lo que le permitió comprender todos los pasos de la intervención.
Al despertar de la anestesia 15 minutos después, sintió molestias abdominales que se pudieron controlar fácilmente con la prescripción de paracetamol.
De los 8 embriones fecundados, 3 eran de muy buena calidad. Debido a su buena respuesta al tratamiento y a su receptividad endometrial, se le realizó la transferencia de uno de estos embriones.
Los embriones no utilizados se vitrificaron para futuros intentos.
Éxito en el primer intento
Lo niveles elevados de hCG (gonadotropina coriónica humana) en sangre confirmaron el embarazo de Virginie. Presentó un valor inicial de 350 mUI y de 1500 mUI 48 horas después, un muy buen resultado.
Finalmente, el embarazo de Virginie continuó con su correcto desarrollo y ahora está feliz con su hijo y considerando la posibilidad de un segundo embarazo con los embriones que conserva vitrificados. Le deseamos el mismo éxito que en su primera transferencia.
El viaje de Virginie nos recuerda que ser madre es una decisión profundamente personal y valiente, y que los caminos hacia la maternidad son tan diversos como las mujeres que los recorren. Su historia no solo muestra el éxito de la FIV como opción para madres solteras, sino también el compromiso, la confianza y la esperanza que acompañan este proceso.
Virginie ha logrado lo que un día fue un sueño: convertirse en madre por elección. Hoy disfruta de la maternidad junto a su hijo y mira al futuro con la posibilidad de ampliar su familia gracias a los embriones vitrificados. Su experiencia nos inspira a seguir acompañando a mujeres como ella, apoyándolas con la ciencia, la cercanía y el respeto que merecen.
El testimonio completo de Virginie se puede escuchar en el podcast IN-Fertile Cast “Devenir maman en solo grâce à une fiv avec don de sperme” (solo disponible en francés).
