Tanto el exceso como la falta de actividad física pueden influir en la fertilidad. La recomendación es realizar ejercicio de forma regular y con intensidad moderada, acompañándolo de una alimentación equilibrada . El deporte y fertilidad van unidos, ya que el ejercicio proporciona los ingredientes imprescindibles: rebaja los niveles de estrés, proporciona energía, ayuda a controlar el peso y a mantener activo el cuerpo.
El sedentarismo no es un buen aliado de la fertilidad, ya que puede originar obesidad, enemigo fiel de la fecundación en mujeres. Además, el ejercicio y no llevar una vida sedentaria aumenta considerablemente la calidad del semen en el hombre.
Pero, tampoco es recomendable el paso de una vida sedentaria a un ejercicio muy extremo en un período de tiempo muy corto con el fin de bajar de peso lo antes posible, ya que puede afectar la capacidad reproductiva.
Deporte y fertilidad: ¿Cuáles son las consecuencias del ejercicio excesivo?
En el caso de las mujeres, hacer demasiado o muy poco ejercicio puede causar desequilibrios hormonales que alteran la ovulación. En deportistas de alto rendimiento pueden darse casos de:
- Ausencia de ovulación. En los casos más graves las mujeres deportistas pierden sus ciclos menstruales y no quedan embarazadas.
- Insuficiencia lútea. Muchas mujeres deportistas conservan sus ciclos menstruales y su capacidad ovulatoria pero presentan una disminución de la secreción de progesterona durante la segunda fase del ciclo menstrual. La importancia de ello radica en que la fertilidad puede verse comprometida por esa deficiencia de progesterona que es la hormona responsable de una buena implantación del embrión. Así pues, podemos encontrar mujeres deportistas con fallos de implantación o abortos precoces.
En los hombres, el exceso de deporte puede influir en la calidad y cantidad de esperma dificultando la fertilidad.
En caso de ocurrir un exceso en la práctica deportiva, es necesario equilibrar el aporte nutricional y ajustar la cantidad de calorías acordes al gasto calórico. En general, la solución pasa por aumentar el aporte calórico de la dieta y reducir el ejercicio físico. Si el peso es bajo, se deberá además recomendar una mínima pero necesaria ganancia de peso.
¿Cuáles son los beneficios de practicar ejercicio?
- Mejora la circulación sanguínea: el ejercicio físico mejora la circulación y la oxigenación de los sistemas corporales hasta un nivel celular, también incrementa la formación de complejos receptores celulares hormonales.
- Reduce el estrés: realizado de manera moderada es un gran reductor de estrés. Está demostrado que el estrés afecta muy negativamente a la fertilidad, puede desencadenar reacciones hormonales que la bloqueen.
- Mejora el equilibrio hormonal: hacer ejercicio de manera regular tonifica la musculatura, ayuda a regular la menstruación y reduce los síntomas premenstruales.
- Incrementa las endorfinas: recientes estudios han demostrado que inmediatamente después de realizar ejercicio físico, el nivel de endocrinas en sangre aumenta considerablemente, las endorfinas son las conocidas como hormonas de la felicidad, son analgésicos naturales que combaten la depresión y ansiedad.