La planificación familiar y la educación sexual son componentes esenciales cuando se desea tener un hijo. Estar bien informado y preparado reduce el estrés y la ansiedad asociados con el proceso, a la vez que mejora las posibilidades de éxito y sienta las bases para una experiencia saludable y positiva. En este artículo exploramos la importancia de la educación sexual y la comunicación con la pareja, y proponemos estrategias de planificación familiar para ayudar a las parejas que desean concebir.
Importancia de la educación sexual: comprender el ciclo menstrual y la fecundación
Una buena educación sexual es fundamental para prepararse para la concepción. Conocer el ciclo menstrual permite identificar los días más fértiles y cuando es más probable la concepción.
El ciclo menstrual suele durar unos 28 días y consta de varias fases que incluyen la menstruación, la fase folicular, la ovulación y la fase lútea. Aproximadamente a mitad del ciclo tiene lugar la ovulación, momento en que el óvulo es liberado y puede ser fecundado por un espermatozoide. Los día cercanos a la ovulación son los días de máxima fertilidad.
Algunos signos y síntomas de la ovulación incluyen los cambios en las secreciones vaginales como el moco cervical, el aumento de la libido, cambios en los pechos o un ligero aumento de la temperatura basal.
La comprensión de los procesos biológicos involucrados en la fecundación y la identificación de los días fértiles permite a las parejas maximizar sus posibilidades de concebir.
Importancia de la comunicación con la pareja
Otra parte fundamental de la planificación familiar es la comunicación con la pareja. Hablar abiertamente sobre los deseos y expectativas respecto la paternidad permite consensuar objetivos. Asimismo, compartir las preocupaciones y los miedos permite apoyarse mutuamente y buscar soluciones de forma conjunta, mediante la consulta con profesionales de la salud o el acceso a tratamientos de fertilidad, lo que fortalece la relación de pareja y reduce la ansiedad.
Estrategias de planificación familiar
Cuando una pareja, o una mujer, desea tener un hijo es recomendable tomar algunas medidas para conseguir un embarazo exitoso y saludable:
Monitoreo de la ovulación: una de las estrategias que aumenta las posibilidades de concepción de forma más efectiva es identificar los días fértiles del ciclo. Identificar los signos de la ovulación mediante el seguimiento de la temperatura basal, observando el moco cervical o usar kits de predicción de la ovulación permite identificar los días óptimos para concebir.
Estilo de vida saludable: mantener una dieta equilibrada rica en vitaminas y minerales esenciales, tener un peso saludable y hacer ejercicio de forma regular puede mejorar la fertilidad de hombres y mujeres. Asimismo, se deben evitar los factores que reducen la fertilidad como el consumo de alcohol, tabaco y drogas, y el estrés. También es importante realizar controles médicos regulares para asegurar un buen estado de salud general.
Considerar tratamientos de fertilidad: las técnicas de reproducción asistida también son métodos de planificación familiar. Si después de intentar concebir durante un año, o seis meses en mujeres mayores de 35 años, no se consigue el embarazo puede ser recomendable consultar con un especialista en fertilidad y considerar los tratamientos de fertilidad como la inseminación artificial o la fecundación in vitro.
La planificación familiar y la educación sexual son fundamentales para prepararse para la concepción. Estar bien informado y tener una buena comunicación ayuda a reducir la ansiedad y permite adoptar estrategias de planificación familiar que mejoran las posibilidades de concebir y formar una familia
