Muchas son las mujeres que tras haber usado de forma prolongada las pastillas anticonceptivas se preguntan si por ello, cuando en un futuro deseen el embarazo, van a tener algún tipo de dificultad.
A la vez, otras se preguntan si van a tener un mayor riesgo de embarazo múltiple o si hay que dejar pasar un tiempo entre que se dejan y se inicia la búsqueda del embarazo.
Las primeras pastillas anticonceptivas
La introducción de las pastillas anticonceptivas se produjo en 1960, tras el descubrimiento de los esteroides sintéticos orales, pero estos contenían dosis muy superiores a las de los anovulatorios actuales.
Los elevados niveles hormonales de los primeros anticonceptivos hacían que estos fuesen muy eficaces, pero a la vez se asociaban a la presencia de múltiples efectos indeseables y un elevado riesgo cardiovascular.
Posteriormente se reconoció que estos efectos eran dependientes de la dosis de estrógenos, y en la década de los 70 se introdujeron en el mercado anovulatorios con menor dosis de estrógenos, aunque su uso no se generalizó hasta inicios de los 80.
Pastillas anticonceptivas actuales
El conocimiento de la historia de las pastillas anticonceptivas es importante, ya que muchos de los temores al respecto, se basan en las experiencias de los primeros anovulatorios que contenían niveles hormonales muy superiores a los actuales.
Desde entonces, en el intento de minimizar al máximo estos riesgos, las dosis estándar de estrógenos se han ido reduciendo hasta alcanzar la mínima dosis actual de 15 mcg diarios (10 veces menos que la pastilla anticonceptiva inicial).
¿Dificultan el embarazo?
Con los anovulatorios que actualmente existen en el mercado, no es necesario realizar el mes de descanso anual y se puede buscar embarazo inmediatamente después de dejarlos. Además, se sabe que estos se pueden utilizar de forma segura durante muchos años.
Respeto a la preocupación de si al suspender la medicación puede aparecer un periodo de alteraciones de la ovulación que impida el embarazo o favorezca el embarazo múltiple, se ha demostrado que a los dos o tres meses después de dejar de utilizar el anticonceptivo se retoma la frecuencia menstrual habitual (aquellas mujeres que habitualmente tenían ovulaciones regulares las volverán a tener, mientras que aquellas que tomaban anovulatorios por trastornos de la ovulación, posiblemente los van a mantener).