Hepatitis y fertilidad: ¿nacerá mi bebé sano?

30 / 09 / 2019

Hepatitis y fertilidad: ¿nacerá mi bebé sano?

Hepatitis y embarazo

La hepatitis es una inflamación del hígado que puede ser ocasionada por distintos motivos. El más habitual es el virus de la hepatitis B (VHB) o C (VHC). La hepatitis viral puede ser aguda (inflamación puntual) o crónica (cuando persiste más de 6 meses).

Existe una vacuna eficaz para la hepatitis B que confiere protección contra la enfermedad y que, por tanto, permite evitar las complicaciones. No es así para la hepatitis C.

La infección crónica tanto por el VHB como por el VHC se puede tratar con medicamentos, como los antivíricos orales, aunque estos solo están disponibles para una pequeña proporción de pacientes. 

Formas de contagio

Las vías de contagio más comunes de la hepatitis B y C son el contacto directo con sangre o las mucosas orales o genitales de un paciente infectado.  Este contacto puede suceder por el uso de material que no está debidamente esterilizado (agujas, jeringas, instrumental quirúrgico) o por vía sexual. La transmisión de la hepatitis también puede darse por vía vertical o perinatal, de madre a hijo, ya que, durante el embarazo y el parto, la sangre y fluidos de la madre están en contacto con el feto.

Es importante detectar la enfermedad de forma precoz y así evitar un posible riesgo de transmisión de madre a hijo. Para ello, el ginecólogo solicita de forma rutinaria a las mujeres embarazadas una analítica en la que se incluye el marcador de VHB (HbsAg).

Hepatitis y fertilidad

En general, sufrir hepatitis no implica riesgos para la fertilidad de la mujer ni afecta a su reserva ovárica , a no ser que la enfermedad hepática esté tan avanzada que conlleve anemia, infecciones, etc. 

En cuanto a los hombres, sufrir hepatitis tampoco afecta necesariamente a la calidad seminal. De todas formas, si el hombre es el portador se realizan “lavados de semen”, separando los espermatozoides de otras células que podrían ser portadoras del virus.

En Barcelona IVF recomendamos que, si una pareja está buscando el embarazo, realice las pruebas de la hepatitis antes de empezar el tratamiento de reproducción. De este modo se garantiza que la muestra de semen es apta para el proceso de inseminación.

Consecuencias de la hepatitis en el embarazo

Generalmente el curso de las hepatitis virales no es distinto o peor en el caso de una mujer embarazada. 

No se ha observado un aumento el número de abortos o malformaciones en el feto en mujeres embarazadas con hepatitis.

Hepatitis B y embarazo

Una persona con hepatitis B puede tener hijos sanos, pero es importante tomar medidas para que el bebé no se contagie del virus durante la gestación o el parto.

Desde Barcelona IVF recomendamos que, si algún miembro de la pareja está infectado por el VHB, se vacune antes de intentar el embarazo o iniciar un tratamiento de fertilidad. También será necesario vacunar al bebé cuando nazca y pasados 6 meses para que desarrolle anticuerpos contra la hepatitis B.

Hepatitis C y embarazo

En el caso del VHC, a transmisión del virus suele darse si existe coinfección con el VIH y una carga elevada de virus en la sangre de la madre.  

Si el padre o la madre se encuentran en tratamiento por esta enfermedad, deben esperar a intentar el embarazo hasta 6 meses después de su finalización.

Hepatitis y lactancia materna

En general, las madres con hepatitis B pueden amamantar a sus bebés de manera segura, si toman ciertas precauciones como vacunar a sus hijos contra el virus. 

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