La
ecografía es una prueba de diagnóstico por imagen que utilizamos para valorar los genitales internos de la mujer: el útero y los ovarios. Mediante una sonda se aplicarán ultrasonidos sobre la superficie que vamos a estudiar y obtendremos una imagen de los órganos que allí se encuentren.
Ecografía, ¿qué es?
La
ecografía se trata de la prueba diagnóstica de elección para valorar el útero y los ovarios ya que no requiere ninguna preparación especial y se puede realizar de forma ambulatoria en la consulta.
El útero
La
ecografía nos permite valorar la morfología del útero y descartar cualquier proceso patológico como pueden ser las malformaciones uterinas, los miomas y las alteraciones en la cavidad endometrial. En fertilidad le prestamos especial atención a todos los problemas que puedan surgir en la cavidad endometrial ya que pueden afectar negativamente a las posibilidades de conseguir el embarazo. Las alteraciones que más frecuentemente se detectan a nivel endometrial suelen ser los pólipos y los miomas aunque también se pueden observar procesos adherenciales o malformaciones de tipo septo uterino. La aplicación de la
ecografía 3D en muchos casos aporta información suficiente que nos permite evitar tener que realizar otro tipo de técnicas más complejas como pueden ser la resonancia magnética, la laparoscopia y la histeroscopia para el diagnóstico de malformaciones uterinas.
Los ovarios
En el caso de los ovarios la
ecografía nos ayuda a valorar su estructura y a descartar la presencia de quistes. Los quistes detectados más frecuentemente son de tipo funcional aunque en ocasiones podemos detectar otro tipo de quistes como son los de endometriosis. En el estudio de la esterilidad, la ecografía nos permite hacer una valoración de la reserva ovárica de la mujer mediante el recuento de folículos antrales, lo que nos ayuda enormemente a la hora de orientar un tratamiento.
En reproducción asistida
En definitiva, podemos decir que la ecografía constituye una prueba imprescindible en el estudio de la esterilidad que nunca debería faltar antes de realizar cualquier tipo de tratamiento de
reproducción asistida.