La infección por Clamydea es una enfermedad de transmisión sexual (ETS) que afecta tanto a hombres como a mujeres. Es una infección fácil de curar pero que si no se trata puede suponer graves problemas futuros.
¿Cómo se contrae la infección por Clamydea?
La Clamydea se contrae al tener relaciones sexuales (vaginales, analales u orales) con una persona que tenga la infección. Cualquier persona tiene riesgo de contagio y en especial la población joven más activa sexualmente.
La mayoría de casos no presentan síntomas. En las mujeres algunos síntomas son secreción anormal vaginal, molestias al orinar, y en el hombre dolor e inflamación en uno o ambos testículos.
Tratamiento de la infección
Ante el diagnóstico de Clamydea es muy importante realizar el tratamiento antibiótico correcto así como el tratar a la pareja y posibles contagios ya que la infección por Clamydea tiene cura. El riesgo de recurrencia es alto por lo que será necesario realizar los controles posteriores que le indiquen.
Si no se trata la infección por Clamydea en la mujer se pueden producir daños graves y permanentes en el aparato reproductor dificultando el embarazo futuro. La infección por Clamydeas puede provocar una Enfermedad Inflamatoria Pélvica (EIP) que puede dañar las trompas de Falopio haciéndolas inservibles o incrementando el riesgo de gestación ectópica en las trompas.
En los hombres suele ser asintomática y pero en algunos casos puede existir dolor testicular crónico y fiebre
¿Qué pasa si no sigo el tratamiento?
Una infección por Clamydea sin tratamiento puede hacer más fácil el contagio de otras enfermedades de transmisión sexual como el SIDA.
Así pues, la infección por Clamydea es un problema de salud pública ya que las consecuencias de la infección sin tratar son graves. El contagio es fácil y se debe tratar siempre que se diagnostique a una persona y sus contactos sexuales para evitar los posibles efectos irreversibles futuros en reproducción.