La infección urinaria, llamada cistitis, es especialmente frecuente en mujeres embarazadas. Estas infecciones hay que controlarlas, especialmente durante el embarazo.
¿Por qué las cistitis son más comunes entre embarazadas?
La cistitis en el embarazo es causada en la mayoría de los casos por la bacteria E. coli. El mecanismo de contaminación del tracto urinario por bacterias es similar al que ocurre en mujeres no embarazadas, con el agravante de que la ampliación del útero dificulta el vaciamiento de la vejiga, favoreciendo la acumulación de la orina más de lo habitual, lo que aumenta el riesgo de multiplicación de las bacterias.
¿Por qué hay que estar alerta con la bacteriuria en el embarazo?
Además de los motivos explicados en el punto anterior,los cambios hormonales y en los músculos de los órganos urinarios, se ven favoreciros el reflujo de la orina y la dilatación de los uréteres, hechos que aumentan el riesgo de bacterias de la vejiga llegar a los riñones, causando pielonefritis.
La pielonefritis es una infección mucho más severa que la cistitis, que puede causar sepsis severa, por lo que hay que prevenir que esto suceda.
¿Cómo detectar la cistitis a tiempo?
Estar atenta a los siguientes síntomas es esencial para tratar una cistitis a tiempo y evitar que llegue a complicarse:
- Dolor o ardor para orinar
- Necesidad de orinar con frecuencia.
- Dificultad en retener la orina.
- Ganas de orinar aunque la vejiga esté vacía.
- Dolor o sensación de peso en la vejiga.
- Sangre en la orina
Respecto al tratamiento, habla siempre con tu médico/a y nunca tomes los antibióticos que tengas en casa por tu cuenta. ¡Especialmente en el embarazo!