Cuando una pareja busca un embarazo, es común que surjan dudas sobre la relación entre la sexualidad y la fertilidad. La información errónea puede generar confusión o incluso un estrés innecesario para la pareja.
A continuación, desmentimos algunos de los mitos más comunes sobre sexualidad y concepción y explicamos la realidad científica detrás de ellos.
Mito 1: Tener relaciones sexuales todos los días aumenta las probabilidades de embarazo
Aunque pueda parecer lógico que una mayor frecuencia aumente las probabilidades de concepción, mantener relaciones sexuales todos los días o varias veces al día puede afectar a la calidad del semen. Esto se debe a que tanto la concentración de espermatozoides como el volumen del eyaculado pueden reducirse con eyaculaciones muy frecuentes.
Se recomienda mantener relaciones sexuales en días alternos para optimizar la calidad del semen sin reducir las oportunidades de fecundación, especialmente durante la ventana fértil de la mujer.
Mito 2: Ciertas posturas sexuales aumentan las probabilidades de concebir
No hay evidencia científica que respalde la idea de que una postura específica favorezca la concepción. Lo más importante es que haya penetración y eyaculación en la vagina.
Se deberían elegir las posturas más cómodas para pareja, especialmente si existen molestias durante el coito. Es importante recordar que las relaciones sexuales no deben centrarse únicamente en conseguir un embarazo, sino también en favorecer el placer y la conexión emocional de la pareja.
Mito 3: Poner las piernas en alto tras una relación sexual facilita la fecundación
A pesar de la creencia popular, no hay pruebas científicas que indiquen que permanecer tumbada con las piernas en alto después del coito aumente las probabilidades de embarazo.
Los espermatozoides más viables alcanzan el cuello uterino en pocos minutos tras la eyaculación, independientemente de la postura adoptada por la mujer después del acto sexual.
Mito 4: El estrés no influye en la fertilidad
El estrés crónico puede afectar negativamente a la fertilidad. Los niveles elevados de cortisol, la hormona del estrés, pueden alterar el equilibrio hormonal en hombres y mujeres, interfiriendo en procesos claves como la ovulación, la calidad espermática o la implantación embrionaria.
Además, el estrés puede disminuir el deseo sexual, reduciendo así la frecuencia de las relaciones.
Mito 5: El uso de lubricantes puede reducir las probabilidades de lograr un embarazo
En el pasado, se creía que el uso de lubricantes durante las relaciones sexuales podía dificultar la concepción. Sin embargo, estudios realizados en parejas en búsqueda activa de embarazo, no han encontrado diferencias significativas en la tasa de concepción entre aquellas que usaban lubricantes y aquellas que no.
Si se requiere lubricación adicional, se recomienda optar por productos con un pH similar al de la mucosidad cervical durante la ovulación (entre 7 y 8,5) para garantizar un entorno óptimo para los espermatozoides.
