La transferencia embrionaria es el último paso que se realiza en el proceso de fecundación in vitro. Es una fase crucial del tratamiento, que puede tener lugar en el tercer día de desarrollo embrionario o el quinto o sexto día si se realiza en estadio de blastocisto.
¿En qué consiste?
Es un proceso habitualmente sencillo que se realiza en una sala contigua al laboratorio de fecundación in vitro.
Antes de la transferencia tu ginecólog@ llevará a cabo una ecografía abdominal para valorar la posición del útero y el estado del endometrio, seguida de una limpieza cervical cuidadosa. Para la transferencia de embriones se utiliza un catéter muy fino elaborado con un material muy flexible, para no dañar las paredes del endometrio.
Tras la transferencia, es recomendable que permanezcas en reposo durante unos minutos, pudiendo reanudar las actividades cotidianas sin problema y con unas restricciones mínimas.
¿Es peligrosa o dolorosa la transferencia de embriones?
No. Es un procedimiento muy seguro e indoloro que no necesita de sedación y conlleva las mismas molestias mínimas que cuando el/la ginecólog@ te realiza una citología vaginal.
¿Cómo debo prepararme para la transferencia de los embriones?
No hace falta hacer grandes preparativos antes de la transferencia de embriones. Lo más esencial es que bebas agua y no orines antes de la transferencia: de esta manera la vejiga estará llena y ayudará a una mejor visualización del útero y a favorecer la canalización del cuello del útero con el catéter. Además, ¡recuerda acudir a la clínica con unos 30 minutos de antelación para así poder hablar con tranquilidad con tus médic@s y biólog@s sobre el proceso!